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Cabildo de Buenos Aires / Museo Nacional del Cabildo de Buenos Aires y de la Revolución de Mayo, Buenos Aires, Argentina

  • Foto do escritor: Fotografia e Nostalgia
    Fotografia e Nostalgia
  • 24 de ago.
  • 12 min de leitura

Atualizado: 24 de ago.

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Cabildo de Buenos Aires / Museo Nacional del Cabildo de Buenos Aires y de la Revolución de Mayo, Buenos Aires, Argentina

Buenos Aires - Argentina

Fotografia



Texto 1:

Las primeras referencias de esta emblemática construcción son de principios del siglo XVII. Se sabe que, para 1608, tenía paredes de adobe y techo de paja, un solo salón para reuniones y otro que funcionaba como cárcel. Más tarde, le hicieron un balcón y torres de madera y barro.

Pero, en 1725, estaba en muy mal estado y fue demolido.

El Cabildo comenzó a tomar una nueva forma a partir del proyecto del arquitecto italiano Andrés Blanqui. El primer piso estuvo listo en 1748 y, en 1773, apareció la torre -un poco más alta que la actual- cuya cúpula estaba cubierta por un techo de lata. ¡Sí, de lata! Este fue el Cabildo de la Ciudad de la Trinidad y Puerto de Santa María de los Buenos Aires, capital del Virreinato del Río de la Plata, creado en 1776.

Esa construcción fue el Cabildo de los patriotas de 1810 y fue su época de mayor esplendor.

En 1821, la institución del Cabildo fue derogada y empezó a funcionar como un edificio administrativo.

En 1894, para dar paso a la Avenida de Mayo, se le suprimieron tres arcos del ala norte. Ya en el siglo XX, el trazado de la Avenida Julio A. Roca obligó a demoler tres más, del ala sur.

Hacia 1940, el arquitecto Mario Buschiazzo realizó la última gran reforma, que rescató en parte el diseño original de Blanqui.

Desde 1938 el Cabildo alberga también el Museo Histórico Nacional del Cabildo de Buenos Aires y de la Revolución de Mayo.

El Museo Nacional del Cabildo y de la Revolución de Mayo se abrió al público por primera vez en 1939, pero se habilitaron sólo las salas de la planta alta. En 1960, una ley del Congreso legalizó su creación y su jurisdicción nacional.

El patrimonio del Museo está conformado por el propio edificio y por las colecciones integradas por documentos, pinturas y objetos de los siglos XVII al XX.

En la sala dedicada al Cabildo como institución, se refleja la actividad que se realizaba en los tiempos de la colonia española y se pueden ver, entre otros objetos, el Estandarte Real y el Arca de Caudales, donde se guardaban las monedas recaudadas por el Cabildo a través del cobro de impuestos. También, el Reglamento de Milicias de 1801, un documento que describe cómo debían conformar los ciudadanos estos cuerpos armados para entrar en combate ante la necesidad de defender la ciudad.

Para los festejos del Bicentenario de la Revolución de Mayo, se realizaron tareas de refacción y se incorporaron modernos sistemas interactivos de comunicación que favorecen la participación de los visitantes. Desde entonces, cuenta con dos pantallas táctiles, una con la imagen del cuadro del “Cabildo Abierto del 22 de Mayo” y otra con las localizaciones de los puntos geográficos más importantes de la Ciudad de Buenos Aires en el año 1810 y su ubicación en 2010. Texto do GCBA.

Texto 2:

Las ciudades de las colonias españolas debían contar con un Cabildo, ya que era su órgano de gobierno y gestión de las dificultades cotidianas, también encargado de la administración de justicia y de las milicias.

La ciudad de la Santísima Trinidad y el puerto de Santa María del Buen Ayre, tuvo su Cabildo desde 1580 que sesionó alternativamente en casa de los vecinos y en el fuerte hasta que en 1608 se construyó un edificio muy precario.

Los cabildantes se quejaron permanentemente por el estado de esta construcción hasta que lograron el proyecto de un edificio nuevo. La obra comenzó el 23 de Julio de 1725 según los planos de Giovanni Battista Primoli y Andrea Bianchi, arquitectos jesuitas. Por los inconvenientes que tuvieron se prolongó hasta mediados de la década de 1760.

Este año (2025) conmemoramos los 300 años del comienzo de la construcción de este edificio de once arcos, donde juró la Primera Junta de gobierno patrio. Trecho de texto do Cabildo de Buenos Aires.

Texto 3:

El Cabildo fue el escenario de la Revolución de Mayo de 1810, que marcó el inicio de la construcción de la Argentina. Es, por lo tanto, un edificio emblemático. El Museo Histórico Nacional del Cabildo de Buenos Aires y de la Revolución de Mayo se ocupa de ese tema central de la historia argentina y propone un recorrido por el período colonial y el proceso revolucionario que le puso fin.

Los cabildos fueron una de las instituciones más importantes del período colonial en Hispanoamérica. Se ocupaban de la justicia, la administración, la policía, el abastecimiento y la organización de las ciudades y las áreas rurales que las rodeaban. Se suponía que se encargaban de cuidar el “bien común”. La palabra Cabildo proviene de capitulum, “a la cabeza” en latín. De acuerdo a las Leyes de Indias, la presencia de un cabildo era la condición jurídica para que existiera una ciudad. El de Buenos Aires fue creado el momento de la fundación, en 1580.

El Cabildo era la única autoridad elegida por la sociedad local. Los virreyes, los gobernadores, los miembros de la Audiencia y otros funcionarios importantes eran nombrados desde España. En cambio, los miembros del Cabildo representaban a los habitantes de Buenos Aires, aunque solo los “vecinos” tenían derecho a integrarlo.

En el siglo XVI se consideraba vecinos a los conquistadores y sus descendientes, con casa poblada en la ciudad. No podían desempeñar “oficios viles”, como los de pulpero o vendedor ambulante.

El Museo combina piezas patrimoniales con recursos tecnológicos contemporáneos. Así, se exponen objetos de gran valor histórico como un estandarte real, el antiguo escudo de armas de la ciudad de Buenos Aires, una lámina de plata y oro que la ciudad de Oruro envió en celebración por las victorias sobre las invasiones inglesas, pertenencias de los miembros de la Primera Junta, el título de abogado de Mariano Moreno, la imprenta móvil que Manuel Belgrano llevó en una de sus campañas, la medalla otorgada a un esclavo revolucionario, entre otros.

El museo realiza cada año muestras permanentes sobre diferentes temáticas históricas. Dispone también de materiales didácticos y actividades organizadas para instituciones educativas. Cada día se ofrecen visitas guiadas a los visitantes. Y durante todo el año se dictan talleres y cursos gratuitos a cargo de especialistas.

Además, una aplicación desarrollada por el museo para descargar libremente en teléfonos celulares brinda información y materiales complementarios. Los protagonistas de las historias que se narran son los próceres, pero también los hombres y las mujeres de todos los colores de piel, de las élites y de los sectores populares.

El edificio histórico también es parte del patrimonio del Museo. Fue reconstruido en 1940 en el mismo lugar en el que se asentó el cabildo del siglo XVIII, respetando su forma. Algunos espacios recuerdan la antigua funcionalidad, como la sala capitular –donde se creó la Junta– y uno de los calabozos. La exposición cuenta además la historia de las transformaciones del edificio, que es también historia de los cambios arquitectónicos de Buenos Aires. Además, un video narra los acontecimientos relevantes que el cabildo “presenció” en la Plaza de Mayo a lo largo del siglo XX. Trecho de texto do Cabildo de Buenos Aires.

Texto 4:

Al fundar Buenos Aires, Juan de Garay, según lo establecían las Leyes de Indias, destinó para sede del Cabildo y cárcel, este solar en uno de los bordes de la Plaza Mayor. Ante la disolución de la Junta Central de Sevilla, el virrey convocó al Cabildo Abierto del 22 de mayo de 1822, en el que se decidió su reemplazo por un nuevo gobierno.

Los sucesos del 25 de mayo desembocaron en la constitución de la Primera Junta de Gobierno Patrio que sesionó en el Cabildo. El edificio original fue demolido en las primeras décadas del siglo XVIII. Lo reemplazó un edificio proyectado por el jesuita Andrés Blanqui, cuya construcción finalizó en 1751. Con doble arquería hacia el frente de la plaza y una torre central, albergaba en su planta baja una capilla y oficinas y, en la planta alta, la sala Capitular.

Desde 1812 en adelante sufrió modificaciones que culminaron en 1879 con la remodelación proyectada por Pedro Benoit para adaptar al Cabildo como sede de los Tribunales de Justicia. En 1889, se demolieron tres arcos del sector norte para dar lugar a la apertura de la avenida de Mayo. En 1931, la apertura de la Diagonal Sur suprimió tres arcos del sector sur, reemplazados por una esquina en ochava.

Para entonces, la torre ya había sido demolida por problemas estructurales. Fue restaurado en 1940 por el arquitecto Mario Buschiazzo, quien retrotrajo al Cabildo al aspecto que ofrecía en la época colonial, reconstruyendo la torre, recuperando los tejados a dos aguas, rehaciendo carpinterías y herrería según los referentes de fines del siglo XVIII. Texto do Governo da Argentina.

Texto 5:

Desde muy pequeños, a los 4 o 5 años, la palabra Cabildo se suma al vocabulario de los niños argentinos. Las maestras les cuentan detalles de una jornada lluviosa de mayo de 1810, les nombran a cada miembro de la Primera Junta de Gobierno y hasta arman maquetas de cartón de ese edificio histórico que se erige en la Ciudad de Buenos Aires desde tiempos coloniales.

Testigo silencioso de luchas internas y externas, el Cabildo de Buenos Aires fue nada menos que el escenario de la Revolución de Mayo, el primer paso para la conformación del Estado Nacional. Y fue ahí, en ese edificio de Bolívar 65 (por esos tiempos, La calle de Vergara), donde se inició el proceso que daría lugar, seis años más tarde, el 9 de julio de 1816, a la Declaración de la Independencia Argentina en la provincia de Tucumán.

El Cabildo como institución de gobierno se remonta a la Segunda Fundación de Buenos Aires, en 1580, cuando su creación era una condición jurídica dispuesta por las Leyes de Indias para la constitución de una ciudad. Pero, ¿por qué es importante el Cabildo de Buenos Aires?

Desde fines del siglo XVI, el Cabildo de Buenos Aires fue la sede del gobierno local. Allí se reunían y elegían las autoridades, entre ellas los alcaldes y también los regidores -actuales concejales-, representantes directos de los habitantes de la ciudad. Solo los “vecinos”, es decir, los conquistadores y sus descendientes, podían integrarlo. También había otros funcionarios como el alférez real, encargado de portar el estandarte que representaba al Rey español en los actos públicos.

Como en todas las ciudades de los Virreinatos, el Cabildo de Buenos Aires era la institución local más importante del período colonial hispánico y en sus salones se dictaban las ordenanzas que regulaban la vida en sociedad. Su función era “cuidar el bien común”.

Bajo su órbita estaban la justicia, la administración, la policía, la organización urbana y muchos otros roles. Además, era un órgano consultivo del Gobernador, nombrado directamente desde España y cuyos proyectos debían someterse a la opinión de los funcionarios del Cabildo para contar con su consenso.

A partir de la Revolución de Mayo de 1810, con el derrocamiento del virrey Baltasar Hidalgo de Cisneros y la formación del primer gobierno patrio, el Cabildo pasó a ser una Junta de Gobierno. Así perduró hasta 1821 cuando Martín Rodríguez, el entonces gobernador de Buenos Aires, la reemplazó por la Junta de Representantes y trasladó sus funciones al edificio de (hoy) la Manzana de las Luces.

El Cabildo de Buenos Aires se convirtió entonces en una simple sede administrativa y también allí continuó funcionando la Cárcel de la ciudad –sede desde 1608- hasta 1877, cuando los presos fueron trasladados a la ya desaparecida Penitenciaría de la calle Las Heras.

Muchos documentos históricos dan cuenta de que para 1608 el Cabildo de Buenos Aires tenía paredes de adobe y techo de paja. Pese a algunas reparaciones, en 1725, debido a su deterioro, se decidió demolerlo y levantar un nuevo edificio. Si bien en la actualidad respeta parte de esa arquitectura, sufrió varias modificaciones a lo largo de los siglos: entre 1894 y 1931, por ejemplo, se suprimieron seis de sus arcos para el trazado de la Avenida de Mayo, primero y la Avenida Julio A. Roca, después.

En 1940, el arquitecto Mario Buschiazzo fue el último que intervino en su estructura y rescató parte del diseño original. También remodeló la Plazoleta del Cabildo y sumó espacios para la construcción de la Comisión Nacional de Museos, Monumentos y Lugares Históricos.

En la actualidad, en el edificio funciona también el Museo Histórico Nacional del Cabildo de Buenos Aires y de la Revolución de Mayo, donde se realizan actividades educativas, talleres y cursos. Además cuenta con muestras permanentes donde se exponen objetos de valor histórico que pertenecieron a los miembros de la Primera Junta de Gobierno (el título de abogado de Mariano Moreno, la imprenta móvil que el Gral. Manuel Belgrano llevó a una de sus campañas, entre otros) y elementos como el antiguo escudo de armas de la Ciudad y una lámina de oro y plata enviada por la ciudad boliviana de Oruro en homenaje a las victorias en las Invasiones Inglesas. Texto do Clarín.

Texto 6:

Destinado a múltiples transformaciones a lo largo de su historia, El Cabildo, símbolo de la Revolución de Mayo, poco tiene del que albergó el proceso de independencia nacional que comenzó en 1810 y culminó en 1816. El que vemos, frente a Plaza de Mayo, es casi una réplica a la que faltan partes. Su "mutilación" -una historia que se cuenta en las escuelas- estuvo enmarcada en proceso idas y vueltas que tuvo al edificio al borde del derrumbe y la demolición en más de una ocasión.

El edificio que vemos actualmente fue reconstruido en 1940 en el mismo lugar en el que se asentó el cabildo del siglo XVIII, respetando en parte su forma. Algunos espacios mantienen su antigua funcionalidad, como la sala capitular –donde se creó la Junta– y uno de los calabozos.

¿Entonces, cómo era el cabildo de 1810? Aunque la edificación es relativamente nueva se parece bastante a la de los días de mayo de 1810. Hoy le faltan tres arcos de cada lado y la torre se hizo más baja que la original para mantener las proporciones y que no quedara puro campanario sin nada a los costados.

El 11 de junio de 1580. Juan de Garay fundó por primera vez la ciudad de Buenos Aires (la llamó Ciudad de la Trinidad, en el lugar donde en 1536 Pedro de Mendoza había fundado un fuerte con el nombre de " Real de Nuestra Señora Santa María del Buen Ayre). Las Leyes de Indias establecían que alrededor de una plaza -la Plaza Mayor- debía construirse un Cabildo, una iglesia (la Catedral) y un Fuerte.

Las primeras referencias del Cabildo provienen de 1608. Era poco más que un rancho; paredes de adobe, techo de paja. El interior se encontraba dividido en dos: un salón para reuniones para "los cabildantes" y otro que funcionaba como cárcel. Las tejas llegaron dos años más tarde y, para mediados de siglo, el Cabildo tenía balcón y torres de madera y barro.

En el año 1725 empieza la construcción de un nuevo edificio, bajo los planos del Padre Jesuita Andrés Bianqui. El Cabildo termina de construirse en 1752. La institución tenía funciones administrativas, municipales, judiciales, y de policía y estaba a la cabeza del Virreinato del Río de la Plata, y como todos los cabildos de importancia, tenía torre.

Este edificio tenía tenía 11 arcos con su respectiva galería, una torre alta y un reloj español.Ese fue el Cabildo que conocieron los patriotas de 1810 y esa fue su época de mayor esplendor. En 1821, durante el gobierno de Martín Rodríguez cesó sus funciones y pasó a ser Casa de Justicia y por casi 60 años funcionó como un edificio administrativo. El reloj español se cambió por uno inglés en 1861. Se avecinaban los años en que se convertiría en un edificio irreconocible.

En 1879 la metrópoli estaba completamente obnubilada por la idea del progreso y los modelos por seguir que venían de Europa. Las autoridades de ese momento llevaron adelante una epidemia de reformas de edificios históricos con el objetivo de modernizarlos. Se designó a Pedro Benoit -ingeniero y urbanista que trazó los planos de La Plata- para reformar y modernizar el Cabildo: elevó la torre diez metros y colocó una cúpula azulejada con aires nórdicos, el techo perdió sus tradicionales tejas y los balcones fueron vestidos con balaustradas, la arcada principal enmarcada por columnatas y toda la fachada recibió un tratamiento italianizante. El objetivo era que perdiese toda referencia histórica a la época de la colonia.

En 1891, la construcción de la Avenida de Mayo le produjo una herida que persiste hoy día: tres arcos de un ala fueron demolidos y lo mismo hubo que hacer con la torre para que no peligrara su estabilidad. Se sacó el reloj inglés y se lo colocó en una de las torres de la Iglesia de San Ignacio (donde está actualmente).

Tal era el estado en el que quedó que algunos vecinos pidieron su demolición total. Hubo polémica y debata entre quienes lo consideraban un "edificio vetusto" y los que decían que era "una reliquia histórica, único símbolo patrio". Maltrecho, asimétrico y sin torre, fueron sus años de peor maltrato, en los que siguió albergando dependencias del Estado.

La década del 30 lo recibió con otra amputación que le devolvió la simetría: tres arcos de su ala sur, arrancados para construir la diagonal Julio A. Roca.

En 1933 llegó el decreto que lo salvó. Se lo declaró Monumento Histórico Nacional y fue reconstruido entre 1938 y 1940 por el arquitecto Mario Buschiazzo.

Ni las ventanas, ni el portón, ni la fachada, ni la torre, ni el reloj son los originales de los días de mayo de 1810. Pero la réplica (en una superficie mucho más reducida) reproduce fielmente el edificio colonial original. Se hizo una réplica de la torre y se le puso un reloj. Lo demás, incluyendo la sala capitular y las galerías, son los ambientes originales del edificio. Se re inauguró en 1940 y fue la primera restauración de un Monumento Histórico Nacional realizado en la Argentina que buscó ser recuperado científicamente. Así se lo puede ver en la actualidad.

La última etapa estuvo a cargo del arquitecto Alejandro Bustillo -el creador del Llao Llao y del Banco de La Nación Argentina, entre otras grandes obras- quien remodeló la Plazoleta del Cabildo y sumó superficie al edificio para construir la Comisión Nacional de Museos, Monumentos y Lugares Históricos. Texto do Clarín.

Localizado na Bolívar, 65.

Nota do blog: Data 2024 / Crédito para Jaf.


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